LA MUERTE NO ES UN FIN, ES UN MEDIO

 

Imagen que contiene foto, montaña, edificio, viejo

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

Una vida terrena miserable en un cuerpo mortal y la promesa de un alma inmortal en el paraíso si nos prestamos a sus engaños, han sido las promesas clásicas de todas las religiones para mantenernos domesticados.

Los griegos y romanos decían que los seres humanos tenían cuerpo y alma y que, mientras el cuerpo sufría en la tierra, a su muerte, cuando se iba a visitar a Plutón (el dios, no el planeta enano), su alma tenía tres destinos: Un futuro inmortal feliz si el cuerpo se había portado bien, un futuro inmortal desdichado si el cuerpo se había portado mal y ni una cosa ni la otra porque no tenían pruebas de la inmortalidad del alma.

La religión cristiana pronto copió la idea y tras la muerte del cuerpo promete la inmortalidad del alma en el cielo, un lugar superaburrido lleno de gente buenaza, o el castigo en el infierno rodeado de mujeres malas, alcohol, tabaco y con un montón de vicios a tu disposición, una verdadera juega inmortal.

Ante este planteamiento un hecho es evidente: si la vida de los seres humanos en la tierra es miserable y en la otra vida es un placer, ¿por qué no nos inmolamos y acabamos rapidito?

Los cristianos cortaron de raíz con esta posibilidad con el mandamiento, no sabría decir cual es, que dice aquello de “no matarás” que es aplicable a uno mismo. Es curioso que en el código penal no se castigue el “matar” y en la religión cristiana, sí.

Los griegos lo tenían mucho más claro: en una carta apócrifa de Platón se habla que Sócrates reconfortó a un moribundo que, una vez reconfortado le inquirió: "Sócrates, con todo lo sabio que eres, ¿por qué no te has quitado de en medio y dejado de sufrir?" Sócrates que era muy sabio le contestó: "No lo he hecho porque aún no soy lo suficientemente sabio".

La inmortalidad, para unos seres vivos glandulares como somos los humanos, es una utopia, ¿para que queremos ser inmortales los humanos si más pronto que tarde no podremos aguantarnos los meados más otras cositas de interés que también dejarán de funcionar? La muerte no puede ser un fin porque es una evidencia. La muerte es un medio que utilizan las religiones para manipularnos.

Yo les aconsejaría que, por si acaso, siguiesen el consejo de Mae West que se cita en la novela: “Sólo se vive una vez, pero si lo haces bien, una vez es suficiente”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA NOVELA SE PUBLICARÁ EN BREVE

LA NOVELA YA ESTÁ A LA VENTA